Altar, Santuario Diocesano de Nuestra Señora de Guadalupe. |
Para nosotros ha sido el proyecto de mayor envergadura al que nos hemos enfrentado, en su duración y en algunos momentos también en las dificultades técnicas.
La primera encomienda era constituir los elementos litúrgicos arquitectónicos del Presbiterio: Altar, Ambón y Sede, iniciándose formalmente el trabajo en Mayo del 2000. Proyecto volumétrico previamente realizado por Fray Gabriel Chávez de la Mora y dado a conocer en el concurso convocado por la Comisión de Arte Sacro de la Arquidiócesis de México para sustituir la sencilla mesa de madera que hasta esa fecha cumplía el propósito de altar en la Catedral Metropolitana; mismo que no fue aprobado. Sin embargo el Patronato Pro Construcción de la Obra Inconclusa le dio una cordial bienvenida tomando en cuenta la aparente disparidad de estilos entre el neogótico del edificio y la propuesta modernista del arquitecto Benedictino, siendo en realidad un acertado encuentro.
No era la primera vez en que nos encontrábamos colaborando con Fray Gabriel, existiendo una buena relación en el intercambio de ideas. Bajo su guía en Zamora se hicieron los modelos en madera tamaño natural de los diferentes elementos del presbiterio; cuya idea general eran diferentes combinaciones de cubos, con esta maqueta a escala real, el Patronato comprendía la idea planteada por Fray Gabriel hasta entonces solo en planos. En este punto se entregó el proyecto a los escultores Guevara para darle vida en bronce; el estudio volumétrico era el inicio, faltaba el planteamiento iconográfico para recubrirlo con una decoración en bajo relieve de la que no había ningún diseño hasta ese momento. Como en ocasiones la premura en tiempo es un factor, con el aval de Fray Gabriel se empezó el modelado del Altar integrándose sobre la marcha el diseño iconográfico, sin embargo sí existía un lineamiento bien establecido que se había elegido :“El credo de los Apóstoles”. Arturo Guevara se haría cargo del diseño y realización bajo dos vertientes, introducir el texto del credo en su totalidad en una banda circundante a todos los cubos, y los elementos iconográficos relativos a cada uno de los apóstoles, cada uno representado por uno de los cubos incluyendo a San Pablo y los cuatro Evangelistas dando un total de 15 cubos, más otro correspondiente a Cristo.
Creo en Dios Padre todopoderoso,
creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor.
Fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo
y nació de la Virgen María.
Padeció bajo el poder de Poncio Pilato.
Fue crucificado, muerto y sepultado.
Descendió a los infiernos.
Al tercer día resucitó de entre los muertos.
Subió a los cielos,
y está sentado a la diestra de Dios Padre.
Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica,
la comunión de los santos, el perdón de los pecados,
la resurrección de los muertos,
y la vida eterna. Amén.
El desarrollo iconográfico tendría su parte de hermetismo como sí se tratara de una catedral medieval, debido a la dificultad de acceso visual y en parte por la necesidad de poder interpretar los símbolos, pues se determinó usar todas las caras disponibles de los cubos. Tanto para leer el credo como los símbolos, es necesario un contacto cercano al altar y escudriñar entre todos los recovecos siguiendo un orden a partir del cubo representativo de Pedro.
Desarrollo planimétrico del cubo correspondiente a San Pablo. |
Proceso de modelado: 1.- Manufactura de las estructuras. 2.- Modelado de los cuerpos geométrico. 3.- Modelado de los bajo relieves. |
Proceso de fundición a la cera perdida: 1.- Moldeado en yeso. 2.- Vaciado de los positivos en cera. 3.- Moldeado y quemado de la cera. 4.- Vaciado del bronce. |
Cubos terminados correspondientes a San Pedro y San Mateo. |
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